Te agita y te enreda, pecadora; después que la Abrazas, te devora; no se puede querer a la Caína, No se puede creer en la Caína. Tú crees que la tienes controlada, pero tú sin ella
No eres nada; no se puede querer a la Caína, No se puede creer en la Caína. No se puede querer a la Caína.