Siempre en la noche mi mamá buscaba el sueño Frente a la televisión, y me pedía que por favor, No la apagara; su soledad en aquel cuarto cuarto No aguantaba, aunque jamás lo confesó. Yo niño, no entendía su horror, porque uno es joven Y no sabe del amor; crecí mirando a mi madre vivir Aferrada a una esperanza que la enterró, toda Amargada, dentro de una noche que no acabó. Y mi madre le ha temido a la noche desde el día Que se fue mi papá. Hoy la miro y comprendo que
Ella aún piensa que las cuentas del alma no se acaban Nunca de pagar. Hoy día comprendo su dolor, y lo terrible que es amar A una ilusión que está atrapada entre la sombra del Pasado, y que en las noches se libera y va a su lado Como el fantasma de un amor que no murió. Mi madre le ha temido a la noche desde el día Que se fue mi papá. Hoy la miro y comprendo que Ella aún piensa que las cuentas del alma no se acaban Nunca de pagar.