Tened presente el hambre, recordad su pasado Turbio de capataces que pagaban en plomo Aquel jornal al precio de la sangre cobrado Con yugos en el alma, con golpes en el lomo El hambre paseaba sus vacas exprimidas Sus mujeres resecas, sus devoradas ubres Sus ávidas quijadas, sus miserables vidas Frente a los comedores y los cuerpos salubres No habéis querido oir con orejas abiertas El llanto de millones de ninos jornaleros Ladrabais cuando el hambre llamaba a vuestras puertas A pedir con la boca de los mismos luceros Se ejercita en la bestia y empuna la cuchara Dispuesto a que ninguno se le acerque a la mesa Entonces sólo veo sobre el mundo una piara
De tigres y en mis ojos la vision duele y pesa Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas Cicatrices y heridas, señales y recuerdos Del hambre contra tantas barrigas satisfechas Cerdos con un origen peor que el de los cerdos Los anos de abundancia, la saciedad, la hartura Eran sólo de aquellos que se llamaban amos Para que venga el pan justo a la dentadura Del hambre de los pobres, aquí estoy, aquí estamos Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente, Los que entienden la vida como un motín sangriento Como los tiburones, voracidad y diente Panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.