Me puso las cartas sobre la mesa, desde que la conocí, Me dijo no creo en amores eternos no debes confiar en mí. Mi orgullo cobarde se puso valiente y quiso entrarle así, y al verme de lado tan enamorado mejor decidió partir... Poque sabía, perfectamente que la quería por eso se largó de mi vida, por eso no se quiso quedar... Porque sabía perfectamente que perdería,
si se quedaba otro día, no iba a largarse jamás... Le puse mis sueños sobre la mesa, aquella mañana gris, le hablé del futuro, de un tiempo seguro pero no la ví feliz su orgullo valiente se puso cobarde y no quiso entrarle así, y al verse asustada tan enamorada mejor decidío partir... Ojalá les guste como suena.