Es la mala hora, condenado estoy. Es la mala hora, condenado estoy. Por no hacer caso de la voz interior que sería mejor no volver a escuchar y mirar a una estrella lejana. Es la mala hora, condenado estoy Es la mala hora, condenado estoy. Cien pájaros hambrientos anuncian la aurora es la mala hora, mi suerte acabó. ¡oh no no no! Es la mala hora, condenado estoy. Es la mala hora, condenado estoy. Por intentar apagar esa luz encendida en el último rincón y buscar el favor de la noche.
Es la mala hora, condenado estoy. Es la mala hora, condenado estoy. Pero ha de haber en las horas una falla inesperada para mí y como el agua desbordada he de correr, sí. Por querer aflojar el nudo que me aprieta el cuello y creer en las manos más que en el corazón. Es la mala hora, condenado estoy. Es la mala hora, condenado estoy. Cien pájaros hambrientos anuncian la aurora es la mala hora, mi suerte acabó ¡oh no no no!