Es tan triste,
ya no sé si puedo comprender
que no existe.
Tan tranquila,
vuelvo a recordar las cosas que
me dijiste.
Y es que ya no me sorprende ver,
sin razón,
escondido en la nevera
mi corazon.
Al momento,
me deja de recordar a ti
lo que pienso.
Tan paciente,
que con ello debería ser
suficiente.
Y es que ya no me sorprende ver,
sin razón,
escondido en la nevera
mi corazon.
Y es que ya...