Vio su barco encallar en tantos puertos
que en su mirada hallé los siete mares.
Anduvo y desandó tantos lugares
que quise andar las sendas de sus besos.
Yo me rendí a la sombra del viajero
como al árbol se rinde el caminante.
Me enrole a su colchón de tripulante
Y zarpé de su mano rumbo al cielo.
Y en una habitación
sin una dirección
recorriendo la piel de sur a norte viajamos sin rumbo.
La luna en la ventana como un polizón ve a dos viajeros
Dar la vuelta al mundo.
Una caricia me llevó a la habana
Y de cuba a Estambul fui sin visado.
En Lisboa me vi cantando un fado
que sonó desde Córcega a Triana
A Venecia llegué con sus pasiones
en París nos llovió la vida entera
y en la plata sacó de su chistera, un tango de la plaza de las flores,.
Y aquella habitación no tuvo dimensión
de oriente hasta occidente fuimos recorriendo mil paisajes
La luna atada al cielo como un polizón vio nuestros cuerpos libres de equipaje.
Yo quise despertar junto al viajero y al ver mi almohada ahogué toda esperanza
el trotamundos sigue sus andanzas y cada día parte a un pueblo nuevo.
Desde entonces lo espero en mi ventana y aún viaje cada noche en mi recuerdo y aunque se que es mentira fuerzo el sueño
de verlo aparecer una mañana,
Y aquella habitación
que al mundo nos lanzó hoy es un asfixiante mar de dudas por el que navego
la luna fiel vigía como un polizón ve cada noche yo lo espero.