Tengo un innato mecanismo de defensa, ausente de transparencia, Que se ve acorralado por un sistema de violencia, Donde entre líneas salta la insuficiencia de igualdad Y subraya con sangre esa cancerígena dependencia de tener q transitar Con sudor la realidad q se nos hace totalmente ajena, lejana, distante. Y así seguimos adelante caminando indiferentes con los ojos vacíos, El cerebro derretido, y la débil sospecha de q hace tiempo nos consumen impune:
la esencia, la inocencia, la dignidad Y la posibilidad de abrazar la coherencia, con plena conciencia, Dejando atrás la agonía de tener que camuflarse en estereotipos coleccionables Para soportar la tormenta de informacion distorsionada, Y publicidad saturada de mentiras implacables que no aplaca ni el dolor ni la rabia de sentirnos bombardeados por el glamour y la violencia.