Hay una historia que nadie sabe,
pero esta vez voy a contar,
solté la sopa entre otras cosas,
con un intento de galán,
porque mi novio siempre estaba ocupado,
y me aburría cuando estaba aquí a mi lado,
entonces fui con un amigo por quererme desahogar.
Muy insistente de que, en su casa,
prepararía para mí,
un rico postre para alegrarme,
me convenció de ir ahí,
y sabiendo que no puedo resistirme,
mañosamente el trato de desvestirme,
y yo que soy muy educada no le pude,
decir que no.
Hombre malvado,
que a su pecado me arrastro,
no había ni un postre,
con el antojo me dejo.
Callo la noche,
me fui a mi casa,
pensando en lo que sucedió,
llego mi novio,
con muchas ganas,
y yo agotada dije no.
Porque esa tarde la pase con mis amigas,
que me llevaran a comprarme zapatillas,
me di la vuelta y me hice la dormida,
y hasta fingí que no sentía sus caricias,
decepcionado se metió a las cobijas,
y se durmió.
Esa es la historia,
quiero que quede entre tú y yo.