Tenemos fotos de niños en nuestras guitarras, versos que dicen que sueltes amarras, algo de tango quizás trajo papá. Nos descerebra el momento de las despedidas. Rompecabezas de piezas, partidas que son llegadas a algún lugar. Pronto aprendí a diferenciar mi voz de vos. Él se acostó y no recordó eso que nos queda. Brazos tendidos en toda pelea Una caída más, un pie sin huella.
Y éste jazmín cuando te vas. Tuvimos calma para pensar en primaveras Sueños que fabricar hechos de arena Un paso en falso quizás, el de empezar. Pronto aprendí a diferenciar mi voz de vos. Él se acostó y no recordó eso que nos queda. Y al revés del que pide que lo encuentren me encontré con un pié caminando en este espacio de contar la esperanza que nos queda al despertar