Además de tus misterios
qué otra cosa me puedes dar,
si es misterio el universo
y es misterio tu soledad.
Además de los misterios
que otra cosa nos queda ya,
si después de las palabras
empieza otra realidad.
Nada que lamentar,
tampoco nada que agradecer.
No tiene nombre escrito
y no sabemos cuando se acaba.
No hay nada que explicar.
Deja mejor el velo donde está.
El enigma de tus ojos
es difícil de descifrar.
Tienen vértigo de pozo
y brillo de catedral.
La materia del deseo
se empieza a manifestar.
Se presenta como un ángel
envuelto por el azar.
Nada que lamentar,
tampoco nada que agradecer.
No tiene nombre escrito
y no sabemos cuando se acaba.
No hay nada que explicar.
Deja mejor el velo donde está.