Además de tus misterios qué otra cosa me puedes dar, si es misterio el universo y es misterio tu soledad. Además de los misterios que otra cosa nos queda ya, si después de las palabras empieza otra realidad. Nada que lamentar, tampoco nada que agradecer. No tiene nombre escrito y no sabemos cuando se acaba. No hay nada que explicar. Deja mejor el velo donde está.
El enigma de tus ojos es difícil de descifrar. Tienen vértigo de pozo y brillo de catedral. La materia del deseo se empieza a manifestar. Se presenta como un ángel envuelto por el azar. Nada que lamentar, tampoco nada que agradecer. No tiene nombre escrito y no sabemos cuando se acaba. No hay nada que explicar. Deja mejor el velo donde está.