Cómo te puedo pedir... compañero, Que no haga peso tu dedo sobre la balanza. Que encima de cada plato pesemos Lo que yo digo que pesa y a vos no te alcanza. Cómo entibiás el futuro escupiéndome el fuego. Te invito a que naveguemos y vos tirás anclas. Cómo me voy a olvidar... compañero, Que fuimos juntos a tantas marchas y emboscadas. Y al que rodaba en el suelo primero, El otro sin medir riesgo al hombro lo alzaba. Cómo explicás esas marcas que lleva tu cuero, Si hoy te sentás en la mesa de los que marcaban. Compañero, sin fuerza no podemos, Vení y acumulemos toda la fuerza que hace falta para más. Compañero, no sirve que tiremos Cada uno de un extremo... la soga es muy delgada Y si se gasta y si se nos vuelve a cortar no va a haber nada.
Cómo te puedo decir... compañero, Que el tren que empuja este sueño acelera y avanza. Lleno de abuelas y madres y nietos, De luces nuevas repleto, de fe y de confianza. Cuántos abrazos perdiste en los últimos tiempos Por anunciar tiempos tristes y desesperanza. Cómo te vas a rendir... compañero, Ahora que se está poniendo buena la batalla. Ahora que tantas caretas cayeron Y sobre el paño a la vista quedó la baraja. Cuántas canciones no oíste de patria sin dueño. Y cuántos pasos no diste para liberarla. Compañero, que apunte al rumbo nuestro La rosa de los vientos, Depende del momento de soplar. Compañero, no sirve que quememos Jugando con el fuego Lo mucho que tenemos, o lo poco, Que es mejor que pedir todo y no dar nada.