Un día me tragaré a Dios muerto
Y dejaré lo que soy al descubierto
Luego me sentaré a llorar otra vez
Y dejaré otro mar mucho más negro
No habrá un día sin mar, tiniebla y llanto
Y por el cebo será un per amargo
Cuando el hombre se fue, nadie se fue con é
No pensaré en un final mucho más largo