Un momento en una agenda, una décima de segundo, no vuela, va saltando de hoja en hoja mil millones de instantes de que hablar. Una ráf*ga de aire frío un molino de viento hace girar, sigue, va rodando sobre su eje describiendo una trayectoria más. Es que no hay nada mejor que imaginar, la física es un placer. Es que no hay nada mejor que formular, escuchar y oír a la vez. Mide el ángulo formado por ti y por mí, es la solución a algo muy común aquí. Ahora tú no dejes de hablar, somos coordenadas de un par,
incógnita que aún falta por despejar. Busca un libro que diga cómo, luego otro que se titula así, sigue, un tercero llamado nada, es la forma de decir tu voz sin fin. Y es que no hay nada mejor que revolver el tiempo con el café. Es que no hay nada mejor que componer sin guitarra, ni papel. Paralelas vienen siguiéndome, espacio y tiempo juegan al ajedrez. Incógnita que aún falta por despejar. Y es que no hay nada mejor que revolver… Mide el ángulo… Ahora tú no dejes de hablar.