He salido a la calle abrazado a la tristeza:
vi lo que no mira nadie y me dio vergüenza y pena.
Los llantos desconsolados que estrangulan las gargantas;
los ancianos encorvados: parece que la tierra les llama.
La justicia está arrestada por orden de la avaricia;
el dinero que te salva es el mismo que asesina.
No me des más esperanzas: sé que todo son mentiras;
sacos llenos de agujeros para guardar alegrías.
Me da pena que se admire el valor en la batalla;
menos mal que con los rifles no se matan las palabras.