Voy a dejar esta ciudad,
no me pienso despedir
de la gente, hace ya tiempo estoy ausente,
no sé ni a dónde voy a ir,
no me he parado a pensar,
a un sitio de color de rosa.
Vamos a un garito, sale un camarero
nos ha mirao de lado, tiene cara de lelo
le pido unas cervezas, está malhumorado,
si no me baja el tripi ya la hemos preparado.
Un vaso al suelo, segundo vaso al suelo,
tercer vaso al suelo, a la calle.
Corre
que no pienso esperar que me amodorre la desilusión.
Salta
y si no vienes te escribo alguna carta desde una estación.
No tengo amo ni dios, vivo la vida a saco,
me noto el poderío debajo del sobaco,
no recuerdo mi cara, me miro en un espejo
y oigo dentro de mí: lejos, más lejos.
Otra movida más, vente conmigo
vamos al mundo, donde yo vivo.
Ya me deben de quedar
dos neuronas nada más
las desato y son como el perro y el gato.
No necesito descansar,
llevo tiempo sin parar,
voy buscando el sol detrás de las esquinas.
¿Está por aquí? ¿o está por allá?
Llegó la policía molestando como cada día
se acabó la fiesta, a la comisaría.
Nos han quitado en dinero, las navajas y las drogas.
Nos han jodido bien, nos han tocao las bolas
Agüita, agüita, agua que vienen,
vienen los malos, a por tí.
Corre
por el techo hay mil historias al acecho en mi habitación.
Saltan al ritmo que le marcan los impulsos de mi corazón.
Se fue la realidad, descubrimos un sendero
hicimos una fiesta tirados por el suelo.
Empiezo a despegar, no me aguanto la risa
a veces voy volando más deprisa, más deprisa.
Otra movida más, vente conmigo
vamos al mundo, donde yo vivo.