Entre la niebla, algo se esconde entre sus garras,
Con mucho miedo sin saber si habrá un mañana.
Camino solo, en este bosque con hojas de otoño,
Silbando bajo la melodía del Dios Cronos.
Y mi pecho se descoce saliendo así mi espíritu,
Poniendo el grito en el cielo,
Esperando que llegue el día en que volvamos a vernos
Como nos vimos ayer.
En la penumbra de una noche profunda y sagrada,
Siguiendo a la luna que resultó ser mi única aliada.
Escucho voces susurros galopan en mi cabeza,
Intentando destruir esta mente ilesa.
Y mi pecho se descoce saliendo así mi espíritu,
Poniendo el grito en el cielo,
Esperando que llegue el día en que volvamos a vernos
Como nos vimos ayer.