Como la noche interminable Cuando se apoyaban en los enfermos Y hay barcos que buscan terminar Para poder irse tranquilos Si cada aldea tuviera una sirena Mi corazón tendría La forma de un zapato Y las hierbas, espera. las hierbas!, espera No solloces. Silencio, que no nos sientan, que no nos sientan Tengo un guante de mercurio y otro de seda, y otro de seda Se cayeron las estatuas Al abrirse la gran puerta Yo me cortaré la mano, me cortaré la mano derecha Tengo un guante de mercurio, de mercurio y otro de seda Se cayeron las estatuas ay que y al abrirse la gran puerta Y al abrirse la gran puerta Aqueos los golpes Aqueos por Dios Que se le arrancan de fatiga Las alas a mi corazón No solloces. Silencio, que no nos sientan, que no nos sientan
Tengo un guante de mercurio y otro de seda, y otro de seda Se cayeron las estatuas Al abrirse la gran puerta ¡Las hierbas! ¡Las Hierbas! ¡Las Hierbas! Tú vienes vendiendo flores Tú vienes vendiendo flores Las tuyas son amarillas Las mías de "tos" colores No solloces. Silencio. Silencio, que no nos sientan Se cayeron las estatuas Al abrirse la gran puerta Poema original de LORCA Las hierbas Yo me cortaré la mano derecha Espera Las hierbas Tengo un guante de mercurio y otro de seda Espera ¡Las hierbas! No solloces. Silencio, que no nos sientan Espera ¡Las hierbas! Se cayeron las estatuas Al abrirse la gran puerta ¡Las hierbaaas!