Contratan dos pistoleros que de Acapulco vinieron
A darle muerte a Macario, a su rancho ganadero
Cuando llegaron al rancho, como no los conocian
Señora somos agentes, agentes de policia
Les contesto la señora, mi esposo se acaba di ir
Pasen pa' dentro señores, ya no tardara en venir
Cuando pasaron pa' dentro, se quitaron sus sombreros
Demonstrando a la señora que eran unos caballeros
Luego que lo ven venir, uno al otro se sonrió
El dinero esta en la bolsa, este tigre ya cayó....
Pero nunca se fijaron en tan humilde señora
Por la espalda les dio muerte con una metralladora
Decia Don Macario Leyva, venga mi esposa querida
Si no ha sido su valor, estos me quitan la vida
Y asi termina la historia, de alla del rancho Las Alas
Se acabaron dos pistolas, de esas que matan por paga