La tarde clara
[de] otoño madrileño
que en Platerías tomaba yo café.
Con tu vestido gris
entrar en el salón te vi
y al verte tan bonita
me puse junto a ti.
La tarde moría en los espejos
soñaba el amor en los divanes
y todo yo temblé
en el momento aquel, mi bien
que todo ruboroso
mi amor te declaré.
Tarde de otoño
llena de sol de Madrid
café de mis sueños
donde mi amor encontré.
Ay, 1800, qué lejos ya estás de mí.
Todo pasó como una luz
que yo apagué.
Tarde de otoño llena de sol de Madrid.
Alfonso XII volvía de los toros
Julián Gayarre cantaba en el real
y yo en aquel café
gustoso te cité[,] mi bien
y sueños de ilusiones
inquieto te esperé.
Las luces de gas iban creciendo
la noche llegaba lentamente
y al no verte venir
creyéndome de amor morir
me fui de Platerías
pensando solo en ti.