La tarde clara [de] otoño madrileño que en Platerías tomaba yo café. Con tu vestido gris entrar en el salón te vi y al verte tan bonita me puse junto a ti. La tarde moría en los espejos soñaba el amor en los divanes y todo yo temblé en el momento aquel, mi bien que todo ruboroso mi amor te declaré. Tarde de otoño llena de sol de Madrid café de mis sueños donde mi amor encontré. Ay, 1800, qué lejos ya estás de mí.
Todo pasó como una luz que yo apagué. Tarde de otoño llena de sol de Madrid. Alfonso XII volvía de los toros Julián Gayarre cantaba en el real y yo en aquel café gustoso te cité[,] mi bien y sueños de ilusiones inquieto te esperé. Las luces de gas iban creciendo la noche llegaba lentamente y al no verte venir creyéndome de amor morir me fui de Platerías pensando solo en ti.