Tal vez mandando una carta
pueda yo conseguir
una cosa que quiero
nada más para mí.
Una cosa bonita,
difícil de recibir,
y quizás la consiga
si me pongo a escribir.
Ojitos de cascabel,
ojitos dulces
como la miel,
par de estrellitas
que en Navidad alegran
la obscuridad.
Voy a perdirle a Santa Clos
que en Nochebuena
junto al dintel
en mi zapato me deje
tus dos ojitos
de cascabel.