Tal vez mandando una carta pueda yo conseguir una cosa que quiero nada más para mí. Una cosa bonita, difícil de recibir, y quizás la consiga si me pongo a escribir. Ojitos de cascabel, ojitos dulces
como la miel, par de estrellitas que en Navidad alegran la obscuridad. Voy a perdirle a Santa Clos que en Nochebuena junto al dintel en mi zapato me deje tus dos ojitos de cascabel.