Jesús querido hermano vendido como recuerdo cercano al Coliseo o cercano al Presidente. Con vestido de jeans con fusiles o en el nombre tuyo atacando a la gente. Jesús querido hermano mío, di qué te han hecho. Te han golpeado, clavado a una cruz y luego te olvidaron. Y tú eres demasiado bueno y te hicieron ir al cielo sediento de vida y hambriento de amor cuántas veces lloras solo, solo. Pero...te hemos rogado, te hemos buscado, te hemos llamado, te hemos querido, te hemos creído y hemos pensado en ti, soñado en ti. Y en los ojos del que espera, en los gritos del que sufre, en la alegría de la fiesta, en el puchero del más solo. En las calles del que bebe, en la risa del más loco,
en las manitas del que nace y en las rodillas del que va a rezar. En las canciones populares y hasta en el hambre del hambriento. Fue recuperar ya a la vista tras de muchos años. Fue como encontrar allá en el boscaje espeso... el sendero perdido. El sendero perdido. Fue como cuando la lluvia tras de un largo estiaje retorna a la tierra. Fue como un día de paz como un día de paz terminada la guerra. Fue como cuando está oscuro y se encienden las luces. Se encienden las luces. Jesús querido hermano reencontrado quédate cerca por siempre. Y cantemos juntos, cantemos juntos la gloria de estar vivos. Y cantemos con tu inmensa palabra: Ama al prójimo tuyo como a ti mismo...