Jesús querido hermano
vendido como recuerdo
cercano al Coliseo
o cercano al Presidente.
Con vestido de jeans con fusiles
o en el nombre tuyo atacando a la gente.
Jesús querido hermano mío,
di qué te han hecho.
Te han golpeado, clavado a una cruz
y luego te olvidaron.
Y tú eres demasiado bueno
y te hicieron ir al cielo
sediento de vida y hambriento de amor
cuántas veces lloras solo, solo.
Pero...te hemos rogado,
te hemos buscado,
te hemos llamado,
te hemos querido,
te hemos creído
y hemos pensado en ti, soñado en ti.
Y en los ojos del que espera,
en los gritos del que sufre,
en la alegría de la fiesta,
en el puchero del más solo.
En las calles del que bebe,
en la risa del más loco,
en las manitas del que nace
y en las rodillas del que va a rezar.
En las canciones populares
y hasta en el hambre del hambriento.
Fue
recuperar ya a la vista
tras de muchos años.
Fue
como encontrar allá
en el boscaje espeso...
el sendero perdido.
El sendero perdido.
Fue como cuando la lluvia
tras de un largo estiaje retorna a la tierra.
Fue como un día de paz
como un día de paz terminada la guerra.
Fue como cuando está oscuro
y se encienden las luces.
Se encienden las luces.
Jesús querido hermano reencontrado
quédate cerca por siempre.
Y cantemos juntos, cantemos juntos
la gloria de estar vivos.
Y cantemos con tu inmensa palabra:
Ama al prójimo tuyo como a ti mismo...