Hombres de mundo liso trajeados de esperanza, honrados de cyber y pan, este abril tan conveniente, donde el trigo crece a tus costumbres y la pradera pierde dignidad. Ay, la felicidad está en el sol... Ese desgaste justifica tu estadía, buscando perversiones nuevas. Cruzando la frontera en esta ruta, me sumerjo en el santísimo infierno de felicidad.
Soles que chocan en big-bang infértil, el placer de este letargo desvelado en un diván. Ay, la felicidad está en el sol... La luz talla sombra en tus ojos, arriba de un muelle en despojos, virando siempre a esta canción. La felicidad está en el sol Buscando perversiones nuevas.