Vente, que te espero en la aduana del cariño
con un carnet falso,
con una foto de cuando era un niño.
Vente, tengo muchos agujeros en el brazo,
cada uno es de un abrazo
que quise darte y tú no hacías caso.
Vente, pero espérate un ratito que me inyecte, tu mirada en dosis
que me vienen ganas, porque siempre estás ausente.
Vente, que ahora aprieto el émbolo más fuerte,
para que vengas a verme
y luego te desvaneces, y luego te desvaneces.
Y la infecta jeringuilla es tu cuerpo y me parece
que me devuelve la vida
y es a ti a quien me devuelve.
Tu camino es mi brazo, tu destino es mi vena
por haberte conocido tengo encima esta condena
pero no quiero abstinencia,
quiero alterar mi conciencia
para que al cerrar los ojos te vea a ti
aunque me muera.
Sangre, no me importa si contagio mi sangre
porque cuando veo tus ojos todo arde
y me consumo despacio por tocarte.
Sangre, que se quedó envenenada en una tarde
cuando conocía mi ángel
e hicimos el amor en cada parque.
Sangre, que brotó en cada palabra que nos dimos
en cada beso en cada pico
hasta que me abandonaste.
Sangre, no quiero desintoxicación de nadie
que no estoy intoxicado si no es por encontrarte,
si no es por encontrarte.
Y la infecta jeringuilla es tu cuerpo y me parece
que me devuelve la vida
y es a ti a quien me devuelve...