Las palabras que custodian
al miedo ya se van a callar.
En los libros que nunca leí,
tal vez, te deba buscar.
Y tu voz, mi amor, todavía
a veces suena como un río sin fe.
Y en la multitud, un alúd
de alcohol me dejaría sin ley.
Por favor, escuchame
si querés esta vez,
porque necesito verte bien
y sin tus manos voy cayendo sin red
desde esta cuerda de humo.
Ni un momento ni la eternidad,
ésto va más allá;
con vos mi alma se volvió a iluminar.
Si no fuera porque vos estás,
yo no estaría acá.
Misterio, tiempo, y verdad.
Desde tus ojos,
se ve mucho más.
Los afiches, a la barra siniestra
ya no le sirven más.
Y los testigos falsos de la injusticia,
ya la van a pagar...
Pero tu voz,
todavía a veces suena...
Por favor...
Porque necesito...
el manco se queda mudo...