Era pequeña y sentía tanto amor, que iba a explotarle el corazón. Por un hombre valiente, que desapareció sin abrazos, besos ni un adiós. Guardaba cartas, sin contestación. Hacía planes para dos. Se reía en sueños y ya no tiene voz, porque la ha apagado su dolor. Dos ojos secos, le buscan sin parar. La boca triste, que ya olvidó besar... Bajo el árbol que vio, como me juraste amor, sentadita con tu esquela y una flor... Siempre te esperaré, donde quiera que tú estés, esta mi pena, yo te esperaré. Pasaron años, no pudo superar,
que no volviera a casa más. La creían loca, quería descansar y en otoño dejaba de luchar. Su cara fría, parece recordar. La boca triste, que ya olvidó besar... Bajo el árbol que vio, como me juraste amor, sentadita con tu esquela y una flor... Siempre te esperaré, donde quiera que tú estés, esta mi pena, yo te esperaré. Bajo el árbol que vio, como me juraste amor, sentadita con tu esquela y una flor... Siempre te esperaré, donde quiera que tú estés, esta mi pena, yo te esperaré.