¿Cuántas noches me he quedado dormido
en el filo del tiempo, a la orilla del abismo?
¿Cuantas veces he querido salirme
de la ruina del cuerpo y despertar en tus ojos?
Cicatrizándonos,
arriesgándonos;
aguantando mutación,
desangrando la razón.
Pero no,
nunca me caí,
nunca te arrastré,
seguimos aquí.
Pero no,
nunca me caí,
nunca te arrastré,
seguimos aquí.
¿Cuántas veces me perdí en la distancia
y me miraba a lo lejos, como te iba perdiendo?
¿Cuántas veces me olvidé de mis ojos
y en lo negro me hundía, llorando en lo profundo?
Sabiendo que
el tiempo es cruel,
nunca dudamos por volar
como las águilas que se van.
Pero no,
nunca me caí,
nunca te arrastré,
seguimos aquí.
Pero no,
nunca me caí,
nunca te arrastré,
seguimos aquí.
Pero no,
nunca me caí,
nunca te arrastré,
seguimos aquí.
Pero no,
nunca me caí,
nunca te arrastré,
seguimos aquí.
¡Ah!