Dame la muerte chiquita,
dame la muerte pequeña.
Y así tal vez en tus brazos alcanzaré gracia plena.
Su esencia de alta marea,
sus besos de tamarindo.
Sus pestañas dos palmeras a cuyo vaivén me rindo.
Dicen que usted trae las sombras,
y por dentro está toda herida.
Dame la muerte chiquita.
Antes del último sueño,
una cosa a Dios yo pido un segundo ser su dueño.
La venganza es cosa dulce,
y este machete que tengo,
es por si alguien le hizo daño que yo por usted me muero.
Es por si alguien le hizo daño,
que yo por usted...
Dicen que usted trae las sombras,
y por dentro está toda herida.
Por una noche en su lecho,
soy capaz de dar la vida.