Se perdió la magia de los momentos
y con ella se borró la línea que marca el respeto.
Y ahora fingimos con frases forzadas,
sonrisas gastadas, falsas apariencias.
Hoy al mirarnos a los ojos no sentimos nada.
Porque algo lindo entre los dos se fue muriendo.
Y hoy te convierto en un extraño aquí en mi cuerpo.
Y me quedé vagando en el desierto,
desenterrando sentimientos
Malgastaste mis razones para amarte,
reforzando mis impulsos para odiarte
y en, y en el medio de esta tempestad,
que destroza con su rumbo a cada paso,
todo aquello que un día unieron nuestros lazos
y que ensucia, con su lodo, nuestras manos.
Se dejó hablar al remordimiento
y en el centro de este ego,
la autoestima por los suelos.
Que en reino de los cielos solo están los hombres buenos
y en la tierra los humanos y hoy no vamos a culparnos.
Ni soy sensata, ni tú eres sensato.
Porque algo lindo entre los dos se fue muriendo.
Y hoy te convierto en un extraño aquí en mi cuerpo.
Y me quedé vagando en el desierto,
desenterrando sentimientos
Malgastaste mis razones para amarte,
reforzando mis impulsos para odiarte
y en, y en el medio de esta tempestad,
que destroza con su rumbo a cada paso,
todo aquello que un día unieron nuestros lazos
y que ensucia, con su lodo, nuestras manos.
Perdóname si al decirnos adiós,
no son mis labios quien se pegan a tu boca.
Y son dos tímpanos de hielo en tus mejillas.
Tal vez hubiera sido mejor, para los dos,
una mejor elección
o quizás jamás nunca encontrarnos
Malgastaste mis razones para amarte,
reforzando mis impulsos para odiarte
y en, y en el medio de esta tempestad,
que destroza con su rumbo a cada paso,
todo aquello que un día unieron nuestros lazos
y que ensucia, con su lodo, nuestras manos.
Malgastaste mis razones para amarte...
Y en el medio de esta tempestad...