En los '70 peleaban su derecho
rojos y fachos por este privilegio
pues morir por la patria era muy bien mirado
aunque el Pato Aylwin llamara a los soldados
y al final, pese a todo, quedaron con las ganas
porque llegó pinocho y quedó la desbandada
y así fue que Volodia, Corvalán y Altamirano
apretaron cueva con el culo entre las manos.
Y aquí quedó el pueblo muriendo en las calles
en barricadas los rojos populares
por vuestros hombres valientes militares
obedeciendo gritos de sus cerdos generales.
Y los fascistas muriendo por la patria
enatentados y emboscadas
Jaime Guzmánfué el último de ellos
los gusanos vomitaron en el cementerio.