Llegar hasta ti, llamarte por tu nombre.
Oirte latir, dormir.
El silencio es mi cuerpo.
Me revuelco en un rincón.
El deseo es mi desidia,
es tu cuerpo, esta voz.
Yo...
por qué...
no entiendo.
Un desierto de ceniza, muy despacio se desliza.
Tú...
por qué...
no entiendes.
Asustada en mi alfombra siento que no tengo forma
de llegar hasta ti,
de llamarte por tu nombre.
Tienes que oirme latir,
si no no quiero seguir.
Tú
tal vez
no creas
que los detalles nos mantienen lejos comfortablemente
y
sin embargo
suficientemente cerca la paciencia la paciencia me mantiene
mas me matas de las ganas
de llegar hasta ti
de llamarte por tu nombre
tienes que oirme latir, si no no quiereo vivir.
de llegar hasta ti
de llamarte por tu nombre,
de rescatar el calor,
que se quedó en un cajón.
de llegar hasta ti,
de llamarte por tu nombre,
tienes que oirme latir,
ya sólo quiero dormir.