He perdido el último tren ya nadie espera en el anden voy buscando el tiempo creció llevandose mi corazón nunca sabrás cómo te ame ni suponer las cosas qué aguante que desilusión Veinte años han de pasar para qué pueda olvidar tu desprecio mi humillación las risas a mi alrededor lo soporté no me importó tus ojos anularon mi control y yo ya no era yo Entre las llamas que nunca se apagan entre el fuego eterno arderé ya no hay remedio ni ley encarcelada sin hoy ni mañana atada a un pasado que amé solo me queda el ayer No existe un limite para mí ni obstáculo entre tú y yo
cierro los ojos y puedo ver tu cuerpo muerto en el salón nunca sabrás cómo te odié ni suponer las cosas que aguanté que desilusión He rechazado la tentación de suplicarte una razón no volverás a verme jamás a donde voy tú no vendrás no digas nada esta vez fuiste muy lejos pero te alcance qué equivocación Entre las llamas que nunca se apagan entre el fuego eterno arderé ya no hay remedio ni ley encarcelada sin hoy ni mañana atada a un pasado que amé solo me queda el ayer