Ya sabía antes de abrir el estuche
si el briyo era puro o era shomería
ojo de joyero, palabra de scruche,
pero de mujeres ni diome sabía...
Si pateaba el burro o llegaba el trompa
un cachiporrazo y dormía en la lona
cargaba en el grillo trasero del lompa
siempre de culata! Isa...! La chabona...
Pero un día se cruzó
una nami en el camino
y ella me cambió el destino
con el hijo que nació.
Del delito me aparté
y aquí comenzó mi vida.
Me casé con mi querida
y al pibe lo bautizé.
Son cosas de un metejón
que nunca la ciencia explica
solo el amor purifica
el fango del callejón.
Hoy yugo en un corralón
Tengo "Cumplido" un plenario...
Hasta se limpia el prontuario
cuando taya el corazón.