Ya sabía antes de abrir el estuche si el briyo era puro o era shomería ojo de joyero, palabra de scruche, pero de mujeres ni diome sabía... Si pateaba el burro o llegaba el trompa un cachiporrazo y dormía en la lona cargaba en el grillo trasero del lompa siempre de culata! Isa...! La chabona... Pero un día se cruzó una nami en el camino y ella me cambió el destino
con el hijo que nació. Del delito me aparté y aquí comenzó mi vida. Me casé con mi querida y al pibe lo bautizé. Son cosas de un metejón que nunca la ciencia explica solo el amor purifica el fango del callejón. Hoy yugo en un corralón Tengo "Cumplido" un plenario... Hasta se limpia el prontuario cuando taya el corazón.