Fue lo que se dice un artista y creo
que, nunca hubo un grata más suave y tranquilo
que mano de seda tenía pa´l pungueo
ya fuera de shuca, sotana o de grilo...
Fue mi gran amigo espianta-cartera
que al darle confianza se pasó de rana
me espiantó la nami -trompa de una timba-
y encima de ortiva me batió la cana.
Y en Devoto entre tentis refundido
el garrón que me disté me lo como
y al final te estoy agradecido
por piantarme esa nami que era un plomo.
Te debo un vuelto acaso una bic**a
para saldar la deuda, gran berreta,
y te prometo por lo que a mi me toca
que apenas salga, chau
ya sos boleta.