Golondrinas de un solo verano con ansias constantes de cielos lejanos... Alma criolla, errante y viajera, querer detenerla es una quimera... Golondrinas con fiebre en las alas, peregrinas borrachas de emoción... Siempre sueña con otros caminos la brujula loca de tu corazón... Criollita de mi pueblo, pebeta de mi barrio, la golondrina un dia su vuelo detendra; no habra nube en sus ojos de vagas lejanias y en tus brazos amantes su nido construira. Su anhelo de distancias
se aquietara en tu boca con la dulce fragancia de tu viejo querer... Criollita de mi pueblo, pebeta de mi barrio, con las alas plegadas también yo he de volver. En tus rutas que cruzan los mares florece una estela azul de cantares y al conjuro de nuevos paisajes suena intensamente tu claro cordaje. Con tu dulce sembrar de armonias tierras lejanas te vieron pasar; otras lunas siguieron tus huellas, tu solo destino es siempre volar.