De mi para ti y es para siempre...
(De esos amores de infancia que surgen, y luego resurgen al paso de los años. De esos, que nunca envejecen).
Oye, recuerdas cuando dije
que haríamos un mundo de sueños como en el origen,
que eres mi razón de vivir,
que después de mi,
tu corazón no es virgen.
Empezaré a escribir versos hasta morir.
Dar inicio a partir de este momento.
Y ni mil vidas, vida mía,
alcanzarían para describirte lo que siento.
Eres... Bendita entre todas las mujeres.
¿Qué, no me ves a tus pies?
Me tienes.
(¿Quieres?) que te baje una estrella.
¿O te llevo a volar con ellas?
si lo prefieres.
Diosa, dejame entrar a tu cielo,
yo recojo las flores que brotan de tus pasos.
Me gusta dormir, por que estás en mi sueños,
pero más despertar por que estás en mis brazos.
Yo encantado de conocerte
No dejo de pensarte.
Solo quiero tenerte.
Tu cuerpo es Arte.
Abrazame fuerte.
Besame el alma, hazle el amor a mi mente.
De mi para ti, es para siempre.
Prefiero la muerte a no volver a verte.
Te doy mi corazón,
con una condición
solamente... Que lo tengas eternamente.
Y que segundos se conviertan en días.
Los días en años,
los años en siglos.
El Universo en nada,
la nada en todo
y estos versos que te escribo
construyan libros.
Que las manecillas del reloj se vuelvan locas.
Que mueran soles, lunas,
que pasen épocas.
Que la línea del tiempo se rompa.
Giremos en espiral,
coleccionemos anécdotas.
Podrían los mares devorar el suelo.
Podría apagarse el color azúl del cielo.
Podría olvidar quién soy, a donde voy,
de dónde vengo.
Pero no olvidaría todo el amor que te tengo.
Recuerda, en mis brazos puedes dormir segura.
Vamos, hagamos de cada día una aventura.
Tú y yo, gozando nuestra locura...
Como en las vidas pasadas,
como en las vidas futuras.
Yo encantado de conocerte
No dejo de pensarte.
Solo quiero tenerte.
Tu cuerpo es Arte.
Abrazame fuerte.
Besame el alma, hazle el amor a mi mente.
De mi para ti, es para siempre.
Prefiero la muerte a no volver a verte.
Te doy mi corazón,
con una condición
solamente... Que lo tengas eternamente.
(Con el paso de los años nunca envejecen)