Vuelve a su hogar orgulloso y sonriente mira su puerta y encuentra que no hay quién pudiera decirle sincero que no es amo y dueño en este lugar sonríe y se mete en su hogar. Para a cenar hacendoso y paciente mira su mesa y encuentra que no hay quién pudiera decir que no es bueno un plato tan lleno con vino y con pan se sirve y se sienta a cenar.
Un día más hacia el abismo se dice a sí mismo sin ganas de hablar “un día más” responde el eco de adentro ‘e la pieza y no entiende por qué es que le aprieta y se va a descansar ojeroso y ausente mira a su lado y encuentra que no hay quién pudiera quererlo ni le hable sincero ni venga a cenar se arrulla y se va a descansar vuelve a su hogar.