Vuelve a su hogar
orgulloso y sonriente
mira su puerta y encuentra
que no hay quién pudiera decirle sincero
que no es amo y dueño
en este lugar
sonríe y se mete en su hogar.
Para a cenar
hacendoso y paciente
mira su mesa y encuentra
que no hay quién pudiera decir que no es bueno
un plato tan lleno
con vino y con pan
se sirve y se sienta a cenar.
Un día más
hacia el abismo
se dice a sí mismo
sin ganas de hablar
“un día más”
responde el eco de adentro ‘e la pieza
y no entiende
por qué es que le aprieta
y se va a descansar
ojeroso y ausente
mira a su lado y encuentra
que no hay quién pudiera quererlo
ni le hable sincero
ni venga a cenar
se arrulla y se va a descansar
vuelve a su hogar.