Hola mi querido amigo estoy de nuevo aquí. ¿Recuerdas mi cara? Ya no es como solía. Disfrutaste mientras yo caía. Oíste la voz de mi sufrimiento, la ignoraste, la alimentaste. Ahora estoy frente a ti. No voy a parar hasta ver tu cara en el cristal. Voy a disparar a la menor oportunidad. Nunca podré entender, por qué fui yo al que le tocó perder. Al pozo de mi sufrimiento me arrojaste. Ahora el ojo negro se abre frente a ti. De rodillas frente a mi suplicas tu perdón Tus labios despiden su ultima oración. Nunca podré entender, por qué fui yo al que le tocó perder